sábado, 26 de abril de 2014

ATUNES EN LA MODALIDAD DE SPINNING EN GALÁPAGOS

Popping es el término acuñado en estos últimos tiempos para referirse a lo que bien podríamos definir un spinning pesado, es decir un equipo de spinning robusto para realizar lances con poppers de 80 a 100 grs. de tamaño grande. En este sentido, los atunes están siendo una de las especies más buscadas para capturarlos en esta modalidad, puesto que representan  uno de los grupos de peces con más potencia que nos podamos topar en nuestra actividad. A pesar de ser una de las especies más perseguidas comercialmente, todavía quedan lugares en el mundo en el que los podemos encontrar. Galápagos es uno de esos destinos donde el atún aleta amarilla (Yellowfin tuna) ofrece un verdadero reto a todo pescador deportivo. 
Generalmente es fácil poder identificar algunos de estos cardúmenes en la zona. Podemos encontrarlos en algunos bajos alimentándose de crustáceos y de calamares, haciéndose notar en la superficie, o bien podemos encontrarlos en grandes cardúmenes identificados casi siempre por un sinnúmero de aves revoloteando alrededor y haciendo unas caídas en picada, y delfines adelantando la juga
da. Ver esto es un verdadero espectáculo de la Naturaleza, y casi siempre cuando los atunes están alborotados de ese modo en superficie están también detrás de los peces voladores que forman parte de su cadena alimenticia. Estando en esta condición suelen tomar casi todo lo que encuentran a su paso, saltando y volando literalmente por los aires.
Nunca voy a olvidar mi primera experiencia con señuelos de superficie en la modalidad de spinning con los atunes, fue en el año 2007 en el Pacífico Sur de Costa Rica, estábamos pescando alrededor de un pequeño islote con carnada viva los roosterfish (pez gallo), y de pronto veo como el marinero, actualmente amigo llamado “Chita” toma una especie de paseante y lo tira casi contra las piedras. Después de unos lances un atún pequeño toma el señuelo, y muestra toda su fortaleza. Obviamente era la pesca que yo también quería hacer, tomamos los señuelos que había en el barco, otros que había llevado mi amigo “Ale”, y todos empezamos a hacer lances en el lugar. De pronto todo se había llenado de atunes. Al menos todos capturamos dos o tres atunes entre 3 y 5 kilos, salvo el amigo “Chita” que capturó uno de 25 a 30 kilos estimo, todo un coloso, sumado a los equipos livianos que teníamos, ese atún demandó aproximadamente unos 40 minutos. La pesca de los atunes grandes volvería a suceder en el 2009 cuando fui a pescar por primera vez a las islas Galápagos. 
En Galápagos, la pesca de atunes aleta amarilla rara vez falla, se los suele identificar de lejos por la pajarada, o por los delfines saltando, basta navegar hasta el sector y estar pescando rápidamente ejemplares de 3 a 5 kilos, como sorprendernos de pronto ejemplares de 30 kilos acardumados como nos tocó este año en el mes de Marzo.  Atunes cazando a una velocidad endiablada, tomando todo lo que se movía, con una voracidad que podías dejar el popper quieto que el mismo era tomado. Lo ideal para trabajarlos un poco es llevar cañas de 20 a 50 lb para esta pesca. En mis viajes me acompañan unas ultralivianas de media acción, marca Trunk Vigor de Kunnan que han incorporado la nanotecnología, reels Aluma 5000 de Marine
Sports, multi de 60 lb Thiara, y un bajo línea del 0.72, en cuanto a señuelos no es fácil dar consejos porque hay de todo en el mercado, si es importante que los popper tengan una buena retención de agua en su movimiento para llamar la atención. En cuanto a señuelos a mí y a mis clientes los que mejor nos funcionaron, fueron unos artesanales hechos en Argentina por Gregorio Artificiales (pueden conseguirlos por facebook, son recomendables)
Clavar, pelear y acercar un atún de aleta amarilla de 30, 40, o 50 kg al barco (los hay mucho más grandes todavía), con un equipo de spinning pesado es un verdadero desafío para el pescador. Personalmente se presenta como un arduo trabajo, si el pescador tiene el aguante físico suficiente y su equipo resiste hasta el final, va a ser una de esas pescas que jamás se olvidará. Triples doblados, porta reels rotos, frenos zafados, manivelas que se rompen, popper despintados, otros que no resisten y se van, suele ser el resultado de estas batallas, algunas se ganan, y otras se pierden, siempre “los más grandes”.  Como este año el de mi amigo Pelusa en el mes de Abril, o de Tito en el mes de Marzo, piques muy similares, vaciando carretes cargados con multi de 60 lb casi 200 mts en segundos. Por suerte la pesca siempre te da revancha. Claro las aletas amarillas tienen fortaleza, pesos, y velocidad increíble, pero además nunca se sabe cuál es el tamaño del ejemplar que nos puede tomar el señuelo. Explota al lado de la embarcación, corre de un lado a otro de la misma, hace casi lo que quiere, desciende 30 o 40 metros rápidamente si no logramos frenarlo, corre en superficie, etc., es un verdadero espectáculo, y la verdad que no importa que se nos vaya. La captura del atún aleta amarilla, es para el pescador deportivo una de esas especies que, aunque a veces se nos escape, vale la pena compartir la experiencia con nuestros pares, y seguramente es también sin ninguna duda una experiencia que quedará en nuestra retina para siempre y nos potenciará nuestro relato a través del tiempo. 

EDUARDO CAÑUETO
GUIA DE PESCA

JUREL CAPTURADO CON POPPER

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GUÍA DE PESCA: EDUARDO F. CAÑUETO (LOBO DE MAR)
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